Durante el mes de octubre se realizaron una serie de pruebas de separación de residuos a bordo en vuelos internacionales no comunitarios.

El protocolo de separación consiste en una serie de buenas prácticas para el correcto uso de los compactadores de a bordo.

Estas son pequeñas cajas compactadoras donde se deben depositar los residuos de envase ligero que no hayan contenido alimentos de origen animal (principalmente botellas y vasos de plástico, latas y briks) para que puedan ser reciclados.

Mientras que el resto de residuos, se siguen depositando en el “waste trolley”.

Residuos depositados en los compactadores

En concreto, se realizaron dos tipos de pruebas:

1. Evaluación de la calidad de la separación por parte de la tripulación una vez explicado el protocolo de separación.

Se escogieron un total de 7 vuelos con diferentes orígenes (Panamá, San José, Miami, Nueva York, Buenos Aires y Bogotá). La tripulación recibió las indicaciones de cómo separar los residuos y se identificaron los trolleys y compactadores con etiquetas. A la llegada de los vuelos se pesaban los residuos depositados en el compactador de a bordo (envases ligeros) y en el waste trolley (resto de residuos) y se evaluaba visualmente la calidad de la separación realizada por la tripulación.

Estas son las observaciones más destacables:

  • Compactadores de a bordo. En general se ha hecho una buena separación en origen ya que se observaban principalmente envases ligeros. En algún caso puntual, en el que ha habido turbulencias y problemas a la hora de realizar el servicio, disminuye la calidad de la separación. Los impropios más frecuentes son las servilletas de papel y filtros de café.

  • Waste Trolleys. Se observa una buena separación en origen, encontrándose principalmente: restos de comida, papel de aluminio, film, botellas y briks con líquidos, servilletas, papeles, etc. Sin embargo, también se han detectado envases ligeros, botellas de agua, briks y latas de bebida vacías, mayoritariamente, que se deberían haber depositado en el compactador.

2. Comparación del uso del compactador en vuelos con y sin protocolo de separación.

Se escogieron 2 destinos, Nueva York y Bogotá, y se estudió el tipo de residuo que se depositaba en el compactador de a bordo. En primer lugar, se analizaron los residuos de ambos vuelos,  sin haber dado ninguna indicación especial a la tripulación. Y una semana más tarde, en los mismos vuelos, se formó a la tripulación en el protocolo de separación de residuos.

A continuación, se muestran los resultados obtenidos:

Se ha podido observar que en los vuelos en los que se forma a la tripulación en el protocolo de separación hay una mejora en la proporción de los residuos correctamente depositados, concretamente de un 11%. Siendo los errores más frecuentes depositar vasos de papel-cartón o envases con líquido. Sin embargo, cuando no se forma a la tripulación, hay más residuos mal depositados en el compactador de a bordo, destacando la materia orgánica, residuo que no se debe depositar en este contenedor ya que contamina los residuos reciclables.