Desde el 1 de abril los vuelos de largo radio de Iberia (vuelos con destino internacional con una duración de más de 8 horas) cuentan con recogida selectiva de residuos a bordo.

La tripulación de cabina ha incorporado una serie de buenas prácticas para clasificar los residuos que se generan durante el vuelo, principalmente derivados del servicio de catering.

Para ello se utilizan los medios ya disponibles en el avión, compactadores y trolleys de basura, para separar los residuos de la siguiente manera:

  • Compactador: Se depositan residuos de envase: botellas de plástico, latas y briks. Estos deben estar siempre vacíos, no deben contener líquidos ni restos de materia orgánica.

  • Trolley de basura: Se deposita el resto de residuos: materia orgánica, servilletas, envoltorios, envases con restos de comida, cubiertos de plásticos y todos los residuos que la tripulación reciba mezclados.

De esta manera, los residuos de envase separados en el compactador pueden ser recicladas a su llegada a destino. El resto de residuos, al estar mezclados con materia orgánica, se consideran SANDACH de Categoría 1 y, siguiendo la legislación actual, solo pueden llevarse a vertedero.

Iberia cuenta con alrededor de 25 destinos de largo radio como Buenos aires, Río de Janeiro, Bogotá, Méjico, Nueva York, Johannesburgo o Tokio, entre otros. En estos vuelos se genera de media alrededor de 0,6 kilogramos de residuo por pasajero. Se trata de una cantidad de residuo importante que debemos gestionar de la mejor manera posible para incrementar el novel de reciclado y evitar el vertedero.